miércoles, 27 de mayo de 2009

Trasmoz (Zaragoza)


Por una vez, un paisaje más sentimental que físico...

En la localidad zaragozana de Trasmoz, en las faldas del Moncayo, lugar mítico por diversos motivos (supuestas historias de brujerías eficazmente transmitidas por el romanticismo becqueriano, secuestro del padre de Julio Iglesias...) encontramos una calle dedicada a uno de los momentos más increíbles y emocionantes de la historia reciente de la capital aragonesa y de los aficionados al deporte en general.

En efecto, el Gol de Nayim en la final de París del 10 de mayo de 1995 es un pasaje único en la vida de los zaragocistas, en el que se unen el momento mágico del gol en el último minuto de la prórroga con el suspense de unos pocos segundos desde que sale el balón de las botas del jugador hasta que sobrepasa a Seaman, quien acaba sentado, derrotado, viva imagen de la frustración.

Por otra parte, el pueblo de Trasmoz es precioso, acoge un castillo -de propiedad particular- magnífico y se encuentra en un entorno de gran belleza.

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